Con una portada de película de terror, The Twilight Sad lanzó este año su tercer trabajo titulado No One Can Ever Know. La banda escocesa catalogada como indie rock y shoegaze cuyo vocalista busca emular a Ian Curtis, ha dejado de tocar mirándose las tabas para tornarse más post-punk y lograr un sonido entre lo industrial y el ambient, seguramente por juntarse mucho con Mogwai. “Alphabet” es el primer track y en lo personal el que más me gusto dentro de un disco que va de más a menos y al final vuelve a levantar. “Dead City” es otro buen tema que a pesar de su larga duración no te cansa. A partir de “Sick” donde el fuerte acento de James Graham puede hacerte pensar que son rusos, el álbum se torna flojo. En lo musical se mantiene bien, nada impresionante pero bien sonando como a The Cure en su etapa ochentera aunque por momentos da la impresión de estar escuchando el mismo tema por la monotonía del ritmo y la pérdida de intensidad. Sin embargo, como lo mencioné antes, el álbum vuelve a levantar con el primer single (que no llega a ser un hit) “Another Bed” y termina de una forma industrialmente dura con “Kill It In The Morning”. Un disco de varias escuchas que te puede cautivar o aburrir. Nadie nunca puede saber.
sábado, 31 de marzo de 2012
The Twilight Sad - No One Ever Can Know
viernes, 23 de marzo de 2012
The Men - Open Your Heart
Si eres de los que prefieren escuchar un disco de rock grabado con pocos recursos pero con mucha actitud, de seguro que Open Your Heart te va a encantar. No sabía mucho acerca de The Men, quienes son una banda estadounidense que se formó hace unos años atrás pero que sus miembros fácilmente bordean los treinta. En su último trabajo quieren deshacer la etiqueta que son una banda más de garaje que le gustan los ritmos desenfrenados al estilo punk hardcore, aunque en realidad así comienza el disco con “Turn It Around”, un tema fuerte, crudo, muy a lo The Replacements. Le siguen temas como “Animal” y “Please Don’t Go Away” que destacan por su intensidad y no por sus letras como es el caso de “Candy”, un tema alt-country que me gustó mucho y “Ex-Dreams” donde muestran su lado alternativo bien a lo Sonic Youth. El tema que da título al álbum arranca similar a este de Buzzcocks y al igual que todos los temas puedo rescatar sus virtudes individuales, y podría hablar de ellos por largo rato, así que en conclusión este es un disco sólido que ha devuelto al rock su esencia y no a ese rock manoseado por muchas personas en estudio con voces arregladas e instrumentos que jamás has oído, que dan como resultado un hype irreproducible en concierto.