Doce años después de Think Tank (2003) regresan con un álbum
decente que no necesariamente conmemora a sus días de gloria. Damon y Graham han
logrado exitosas carreras fuera de Blur, sin embargo, este último disco suena
más a Everyday Robots (2014) que a
algún guitarrazo de Coxon, lo cual era de esperarse. “Lonesome Street” es una
buena manera de comenzar pero conforme avanzamos se va perdiendo el sentido,
los temas lentos se hacen muy pesados -¿qué los motivó a lanzar un álbum en
esta década?- “Thought I Was A Spaceman” es un tema largo y bien trabajado, y
pienso que fortalece la idea que lo mejor del disco de lejos es la música,
bastante rica en sonidos y bien estructurada. Por otro lado escasean canciones
como “I Broadcast” que despiertan el espíritu garajero de los 90’s y otras que apuntan a ser jingles como "Ong Ong".En
definitiva el Blur de esta era ni se asoma a lo que escuchamos de ellos décadas
atrás, y no es por falta de talento, es falta de energía creo yo. Agradable,
pero no inolvidable.
A partir los 2010s son tantas las bandas que han hecho
música influenciada por My Bloody Valentine o Slowdive pero tan pocas que han conseguido
tener un sello característico como lo hace Beach House, y es así como han
logrado mantener a flote el dream pop en la última década. No soy partidario de
Teen Dream, hasta la fecha no encuentro
el gran álbum del que todos hablan, pero Bloom
si me cautivó y es justo aquí dónde continúa Depression Cherry pero de un modo
etéreo. Han perfeccionado su sonido de manera sutil conservando el ensueño que
rodea cada uno de sus temas y a pesar de usar pocos elementos musicales han demostrado
un alto nivel de composiciones que los hace sonar frescos una y otra vez. Se
siente la seguridad de este dúo a lo largo del álbum, a pesar que debe resultar
difícil vender el mismo argumento por tres veces (alguien dijo Marvel?), estoy
convencido que este trabajo no es un paso en falso en su carrera y por el
contrario, sirve para afianzar ese denso, nebuloso, melancólico pero hermoso
camino que nos han señalado. Como para tomar una siesta por la tarde y
despertar sintiendo, al menos por un momento, que el mundo está bien.
No termino de comprender lo que significa Sufjan Stevens,
aprecio su música inteligente y bien organizada, académicamente correcta, pero
siento que le falta un componente integral a todas sus creaciones. Carrie &
Lowell es uno de los álbumes más íntimos y conmovedores que he podido escuchar
en los últimos años, esta vez no hay electrónica, esta vez es un retorno a sus raíces
folk, lo que me hace percibir que todas las canciones suenen iguales, y no lo
consideraría un punto débil, de hecho encierran la idea del álbum conceptual
con un toque melodramático. Texto de Nick Drake, la voz de Elliot Smith y melodías
de Simon & Garfunkel, este álbum dedicado a su difunta madre nos recuerda
que no todo dura para siempre y que todo muere con el tiempo, vas a tener que
darle varias escuchas para poder agarrar el gusto puesto que por momentos se torna
aburrido como el infierno, sin embargo, garantiza que seguiremos viendo el
nombre de Sufjan con letras grandes en los festivales. Provecho hípsters.
La crítica le ha dado duro al debut del hermano menor de Win
Butler, sin embargo me toca hacer el papel de Anton Ego y estrecharle la mano a
este pedazo de Arcade Fire. El álbum comienza de manera extraordinaria con el
pretencioso “Take My Side”, que da la talla de lo que uno esperaría oír de
William, considerando su desenfreno en el escenario. Pero también encontramos
momentos feelings como en “Finish What I Started” o “Sing to Me”. Construcciones
atrapantes bien al indie rock de antaño como “Son of God” combinadas con lírica
bastante ingeniosa “What I Want” o ese hit que no termina mucho de convencer “Anna”.
Con 8 temas el álbum se queda corto y parece una bienvenida a lo que se puede
esperar más adelante. Si bien Anton Chigurh joven no define aun su estilo,
puedo arriesgarme a dar una descripción de lo que suena este disco. Un Arcade
Fire con armonías poco estilizadas pero que el registro da la talla en muchos
temas logrando emular a Win, agregando gallos a lo James Murphy y también
corillos a lo Talking Heads, con momentos de guitarrazos eléctricos Ty
Segallescos, y como no podía faltar su pizca de Sir Paul. Como dije al
principio LO NUEVO NECESITA AMIGOS.
A Steven Wilson seguramente lo conocen por su banda Porcupine Tree
o por su disco lanzando en solitario el 2013 titulado The
Raven That Refused to Sing (And Other Stories), el cual se asemeja
mucho al que les traigo. Si te gusta Pink Floyd te va a engachar de manera
automática, pero para los que no nos vacila mucho el progresivo, hagamos el
esfuerzo en darle una oída y quedar encandilados. Se nota mucho trabajo en los
detalles de la composición y la instrumentación por lo que encontré muy
agradables la mayoría de temas, como progresivo suena a la fusión de Crimson y
Dream Theater. Y no es solo música, las voces de Wilson son impecables además
que las letras han sido inspiradas en Joyce Vincent ¿Quién? De acuerdo a
Wikipedia fue una mujer inglesa cuyo cadáver permaneció sin ser descubierto en
su habitación de Londres alrededor de tres años “(°o°)”. Si lo sé, darks como
Dream Theater. Todo un clásico moderno del rock progresivo, y sobre todo de la brillante descripción de la vida moderna ¿Quién dijo que los álbumes
de antaño eran superiores a los de ahora? Fácilmente entre los mejores trabajos
en lo que va del año. Temas destacados: Home Invasion (mierda que guitarrazos) ,
Happy Returns (como pa’ llorar un rato) y Ancestral (13 minutos bien jugados
que no dan lugar a segundos de sobra).
Cualquiera pensaría ir al cine a ver la tan esperada
película de Harvey Birdman Abogado dirigida por Alejandro G. Iñarritu, pero no.
Estamos frente a una crítica sutil de las taquilleras películas actuales de superhéroes
-People, they love blood. They love
action. Not this talky, depressing, philosophical bullshit- y la lucha
interna de las celebridades de Hollywood en momentos cruciales de sus carreras.
Escrita por el mismo Iñarritu, Nicolas Giacobone, Alexander Dinelaris, Armando
Bo y 100 personas más, etc. Trata acerca de los egos tal como lo explicaron al
ser premiados con el globo de oro, y no solo en el contenido del guión sino en
muchos aspectos. Los posters han sido geniales, la forma como se conectan las
escenas (cuyo nombre técnico desconozco) ha calzado perfecto con la narración
de la historia, la escena de acción que incluye este pájaro-maquina alucinante
hizo sentirme como en Avengers por unos segundos. Y como la cereza, el soundtrack es
una improvisación de batería ¡¿Qué más le puedo pedir?!
Keaton es un badass
Protagonizada por Michael Keaton en su mejor papel a lo
largo de su carrera. Recordado por sus papeles de Bitelchús y Batman -ambas de
Burton- sin duda, el haber interpretado a Bruce Wayne en el pasado le sirvió de
inspiración para encarnar a Riggan Thomsom, una celebridad de Hollywood venida
a menos con el paso del tiempo que a sus sesenta y tanto -Sixty's the new
thirty, motherfucker!- se toma en serio su papel de artista produciendo,
dirigiendo y actuando en Broadway con la adaptación de algún cuento de What We Talk About When We Talk About Love
de Raymond Carver.
Leyendo entre líneas, estamos frente a una película de superhéroes,
no con los poderes tradicionales, de hecho vemos a Riggan mover objetos cuya
explicación es muy lógica pero el papel de Norton es digno de un análisis más
profundo. Un actor pedante pero carismático–como dicen que es Norton- que tiene
un don para la actuación, por así decirlo, es capaz de aprenderse los guiones
sin dificultad pero que vive de apariencias en el mundo real y solo en el
escenario es capaz de ser verdaderamente él (o al menos mantener una erección).
Pienso que el personaje de Mike Shiner tiene más de sobrenatural de lo que
parece. Me gustó Naomi Watts, como la aspirante a diva de Broadway –papel que
ya ha caracterizado más de una ocasión como en King Kong o Mulholland Drive- quien
tiene una historia con el protagónico de Norton “compartieron una vagina” en
sus propias palabras… en El Velo Pintado
(2006) puede ser. Y también Emma Stone como la hija drogadicta (solo por fumar
hierba… ¡par favor!) de Riggan a causa de su falta de atención mientras este
vivía su época de fama. El resto del reparto lo completan Zach Galifianakis
como el abogado y amigo de Riggan, Andrea Riseborough como la actriz de reparto2
y Amy Ryan como la ex esposa.
¿Es Carver un personaje oculto en esta historia? No lo creo,
pero si forzamos un poco la relación, a este representante del realismo sucio
se le asocia a la polémica que su editor, Gordon Lish, no solo dio consejos
sino que reescribió párrafos enteros de sus cuentos, alegando a que estos tenían
demasiado texto. Si esto fuese cierto, Lish fue el artífice de su estilo y de
hacer realismo sucio como su sello. Al igual que Riggan quién en la película
apuesta por una obra de Carver y la hace suya, recibiendo elogios de la
crítica. Francamente me hubiese gustado leer la crítica escrita sobre la obra teatral de Riggan en
el diario.