Tras ver las buenas calificaciones y críticas
positivas que ha recibido el último trabajo de Sun Kil Moon, banda liderada por
Mark Kozelek (Ex Red House Painters), decidí darle una escuchada rápida para
convencerme. El resultado fue que me quede dormido en el primer tema…definitivamente
algo andaba mal. Por lo tanto lo intenté nuevamente, esta vez con letra en mano
y la mente despejada. Entre los aullidos barítonos de Mark se encuentran temas
que hablan de muertes accidentales, muertes naturales, asesinos seriales, crímenes
pasionales, en resumen de muerte, pero tratados de manera tan solemne y
sumergida en detalles que resultan fascinantes. Las letras son extensas
y muchas de ellas cojonudas como en “I Can’t Live Without My Mother’s Love” /My
mother is seventy five, she's the closest friend I have in my life […] Judge me
for my ways and my slew of ex-lovers, but don't ever dare say a bad word about
my mother/. En otras se desnuda
completamente para contarnos pasajes de su vida como sus experiencias sexuales
en ‘Dogs” o la relación con su padre en “I Love My Dad”. Pienso que el disco
descuida la parte musical, la parsimonia de la voz y los arpegios repetitivos
de las guitarras terminan por cansarte (Si Steve Shelley metiera más batería a los temas tendríamos
un nuevo The National), aunque algunos temas tienen melodías rescatables como
el piano de Jim Wise o la impresionante tonada que lleva “Ben’s My Friend” que
se encarga de cerrar el álbum. Este álbum es un excelente ejemplo de que se
puede decir todo a través de la música, de que la familia de Mark proviene de
Ohio y algunos murieron quemados por arrojar una lata de aerosol al fuego.
Siendo sincero, no me parece el disco del año pero si uno muy interesante.
Merecía ser la portada