My Bloody Valentine: 22 años después

My Bloody Valentine - m b v

Han pasado 22 años desde que publicaron Loveless y no es fácil asimilar el último de disco de una de tus bandas favoritas que hace mucho no sacaba un Lp. Los filósofos de la música piensan ¿Qué habría pasado si m b v hubiera sido publicado en los noventa? Al carajo con las suposiciones, lo cierto es que Kevin Shields tuvo guardados estos temas por más de dos décadas y vuelve con su banda a consolidarse como los putos amos del shoegaze. El shoegaze resucito a comienzos del 2000 con cientos de bandas que pretendían ofrecer su visión de este género, tomaban elementos de Loveless, le añadían un poco de dream pop y un susurro femenino, y tenias tu disco shoegazer. Comienza el álbum con “She Found Now” a cargo de Shields, y básicamente junto con “Only Tomorrow” y “Who Sees You” tienen el clásico sonido de Loveless, ruidosos y ligeros con voces susurrando en nuestros oídos. “Is This And Yes” es un instrumental donde el álbum entra en una etapa de transición, a decir verdad en una etapa de decaimiento que puede destruir tus expectativas, ya que “If I Am” suena demasiado dreamy (boring to death). Pero inmediatamente después suena “New You”, todo un temazo que te sorprenderá (si eres fan obviamente), creando una atmósfera bastante agradable, con aires de los noventas y con detalles que se ajustan a la escena actual. Los últimos temas son más pesados y algo abruptos como es el caso del otro instrumental “Nothing Is”, aun así consigue definir al género, parece tocado por una banda colgada en modo automático, como si rasgaran la guitarra mirando fijamente sus tabas. “Wonder 2” se encarga de cerrar un álbum que satisfizo mis expectativas y me envió de vuelta al pasado que no pude disfrutar porque ni siquiera había nacido, de vuelta a las raíces del shoegaze.

"No Valentín con palo no vale, Valentín"

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Yellow Tango

Yo la Tengo - Fade (2013)

Son una leyenda dentro del indie y vuelven a confirmar su status de manera categórica con un álbum realizado con mucha soltura que busca profundizar el estilo de la banda. La primera parte del álbum es movida, “Ohm” representa un inicio reconfortante, “Sometimes the bad days may take their grip/Sometimes the good days fade/But the rain today hurts the drink to drink” apunta un estribillo del primer tema del álbum, cuyos seis minutos pasarán siendo bien disfrutados. “Is That Enough” tiene algo distinto, una balada bastante agradable que tiene como único parecido al tema que se encarga de cerrar del disco, “Before We Run”. Algunas canciones sentimental poperas en donde aplican los sintetizadores, llegando a sonar como Sparklehorse :’) en “Well You Better” y “Stupid Things”. Mientras que “Paddle Forward” es un viaje en el tiempo a lo mejor del indie noventero. La segunda parte del disco se torna débil y son los arreglos de las cuerdas y voces que pasan a ser protagonistas, temas que rozan con el dream pop y lo acústico, y que llevan como premisa el desamor y la melancolía (?), me quedo con “The Point of It”. Si no has escuchado a Yo la Tengo este álbum es un buen comienzo aunque sea su 13vo. Un buen augurio para empezar el 2013.

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De lo bajo, lo mejor

Con Things We Lost in the Fire (2001) lograron alzarse como la mejor banda de slowcore del universo, género del cual tengo mis dudas, comprendo el slow mas no el core. Su producción anterior C’mon (2011) me dejó una buena impresión, sobre todo el tema “Try to Sleep” con el video en que sale Jesse Katsopolis. El 2013, tras estar juntos más de 20 años han publicado The Invisible Way, disco que no se aleja de su distintivo sonido. “Plastic Cup” es aceptable en la medida que esperemos que el disco induzca emociones conforme avancen los temas, nos aburrirá con algunos pero “So Blue” es un ataque al corazón, la carga emocional es increíble al igual que en “Clarence White”. En temas como “Waiting” Jeff Tweedy, quien se encargó de la producción del álbum, inclina a la banda a raíces country como si fueran los Soggy Bottom Boys. Me quedo como “Just Make It Stop” como lo mejor de un álbum bastante íntimo y minimalista que por momentos te hará caer del sufrimiento y otras del aburrimiento.

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